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Curiosidades sobre Una noche en Rosefield Hall

Actualizado: 19 feb 2023


 

Una noche en Rosefield Hall es la tercera entrega de la Serie Benworth. Esta, como las dos anteriores, está llena de simbolismos y guiños entre líneas.

Te cuento algunos de ellos del modo más explícito y sin ni un spoiler (deseadme suerte).



EL TÍTULO

Los títulos de las dos primeras entregas de la Serie, hacen alusión a la estación del año y momento vital en el que transcurre la historia.



Esta última entrega, Una noche en Rosefield Hall, lleva de título el momento exacto en el que la vida de nuestra protagonista, Sarah Benworth, da un giro de 180 grados y cambia para siempre.


¿Has oído hablar de los momentos sorpresa?

Esos sucesos importantes que nos pasan en la vida y que no nos esperábamos para nada.

Un accidente de coche, la muerte inesperada de alguien, una ruptura sin previo aviso, que nos entren a robar a casa…

O, de la mano del positivismo (para salir de mi tan conocido drama): que nos toque un sorteo o la lotería, que nos asciendan en el trabajo sin haberlo previsto… (no se me ocurren más, sorry. Estoy con las vibes de Miércoles Addams).

Todos esos son sucesos que van a cambiar de un modo drástico y a corto, medio o largo plazo, el rumbo de lo que conocíamos como cotidiano. Nuestra vida sufre una sacudida.


Esos momentos sorpresa, tienen un impacto siempre mayor de lo que podemos sospechar, puesto que un sin fin de herramientas de supervivencia se ponen en marcha para rescatarnos y ponernos a salvo o en territorio conocido.

Para Sarah Benworth, esa noche en Rosefield Hall es un momento sorpresa.

En su casa de Londres y en mitad de la temporada en el que la alta sociedad de la ciudad se presenta a eventos y fiestas para estrechar lazos comerciales o matrimoniales, Sarah vivirá algo que cambiará su rumbo para siempre. Algo que la obligará a dejar atrás quien era o quién quería ser para reconstruirse y empoderarse y convertirse en la mejor versión de sí misma.


"De los grandes finales nacen los grandes comienzos y lo más irónico de todo es que ambos, los finales y los comienzos, están siempre en nuestras manos. Yo decido cuándo termino y yo decido cuándo vuelvo a comenzar. Es una pena que no me diese cuenta de ello antes de aquella noche en Rosefield Hall"


LOS ESCENARIOS


El invernadero


Aunque la chica en la portada es rubia y nuestra Sarah no (sorry about that), podemos verla en uno de los escenarios esenciales de la historia y es por eso que se eligió esa portada en primer lugar. Este escenario, va a ser el más simbólico de todos.


En los invernaderos es donde se cultivan y crecen con mimo y amor las flores más bonitas que necesitan cuidados y climas especiales. Aquellas que, probablemente, fuera de éste y con las temperaturas de la intemperie morirían.

Sarah está viviendo un momento en el que necesitará comenzar a cuidarse a sí misma. en el que tendrá que hacerse cargo de sus sentimientos y emociones de una vez por todas. Tendrá que dejar de silenciar sus preocupaciones y sus voces internas.


Ese invernadero será su lugar de cultivo. El sitio des del que comenzará a amarse a sí misma.



El jardín y las rosas


También hay rosas en la portada. Las dichosas rosas que os coloco en aboslutamente todos los rincones de mis spams.

Las rosas son la flor por excelencia de los Benworth

En las tres novelas encontramos escenas donde los personajes se las regalan, y las cortan sin permiso, del jardín de Evangeline.

El jardín secreto de la Condesa de Glassmooth, en el norte del condado de Surrey, se llama Rosefield. La casa de Londres de la familia, se llama Rosefield Hall en honor al jardín.


Las rosas rojas simbolizan la pasión.

En Una noche en Rosfield hall, esas rosas rojas sufrirán distintos destinos dependiendo de la evolución de nuestros personajes. Es un guiño nada casual.


El laberinto


No hay serie Benworth sin un juego en el laberinto. Simplemente no la hay. Es inconcebible que no meta a los personajes de mis novelas allí dentro.


Y, ¿qué simboliza eso?

Seguramente lo puedes adivinar con facilidad, pero te lo explicaré con mis palabras.


El poeta Paolo Santarcangeli, entendía los laberintos como el lugar en el que el hombre trata de matar el monstruo que anida en su seno.


¿Tenéis en mente el mito del minotauro?

Esa criatura que Minos, rey de la Isla de Creta, encierra en el núcleo de un laberinto y en el que, como castigo, arroja a aquellos que delinquen o hacen algo mal (el concepto del mal es un poco bizarro en la mitología griega, lo sé).


El simbolismo en esta imagen es a la vez precioso y tortuoso.


Imagina al hombre que corre por las calles del laberinto buscando esa salida y temiendo encontrarse de cara con un monstruo que oye acercarse y ruge mientras corre despavorido sin rumbo ni lógica.

El laberinto es nuestra mente. El monstruo nuestros pensamientos (aquellos que queremos evitar pensar).

Nosotros corremos para salir de lo que la mente nos pone en frente y auhyentar al monstruo. Corremos de nosotros mismos. Callamos nuestras voces, nuestros miedos, nuestras sombras, porqué creemos que es más fácil correr que enfrentarlo (Spoiler: nos equivocamos).


Cuando meto a mis personajes ahí, a correr, a esconderse…estoy haciéndoles enfrentar algo de lo que están huyendo.

Brook huye del dolor Kate del compromiso Sarah del amor

Y todas se encuentran con eso durante o inmediatamente después de salir de él.


 

Hasta aquí un pequeño resumen de curiosidades de la Serie.

¿Se te ocurre alguna mas? ¿Alguna que no haya mencionado ya?


Recordarte que la tercera entrega de la Serie sale en tres días. Estoy deseando que la leas y me des tus opiniones al respecto.



MUY PRONTO A LA VENTA

Una noche en Rosefield Hall Serie Benworth III






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